lunes, 10 de septiembre de 2012

La Estética de la Arquitectura del Cister


La Orden Cisterciense tuvo una  expansión rapidísima que se materializó con la construcción de muchos monasterios; en todos ellos se erigió un modelo arquitectónico muy definido y con unas características practicamente idénticas.
Aunque en los primeros años no se levantaron grandes construcciones, sino más bien sencillas edificaciones con materiales pobres, que por supuesto no han llegado hasta nosotros. Poco después gracias a las abadías filiales y a la ampliación de las primogénitas, se iniciaron unos patrones que se extendieron por toda Europa.
Bernardo de Claraval, ideologo de la Orden del Cister fue quien inició la construcción sistemática de monasterios. Como fecha inicial, en 1135 se comenzó a levantar la gran iglesia abacial de Claraval II, y se convirtió en modelo a seguir.
La arquitectura cisterciense se recoge en la obra de San Bernardo: Apologia a Guillermo, censuraba la opulencia de Cluny y basaba sus ideales en la austeridad, silencio y trabajo. Consistía en evitar los excesos de decoración y suntuosidad, para favorecer la vida del monje y sus obligaciones de oración y trabajo.
El material más utilizado (salvo excepciones) fue la piedra. Se usó aparejo irregular y pobre; aunque en otros casos podemos ver un sillar regular y cuidadsamente tallado, como es el caso en  Moreruela (Zamora). Quisieron eliminar la madera de las cubiertas, con lo cual se solucionó abovedando los espacios: iglesia, sala capitular, refectorio,... Esto provocó una arquitectura dinámica.
Se utilizó la bóveda de cañón con frecuencia, de clara influencia románica; pero la bóveda de crucería, fue un elemento pionero y que adelanta el gótico.
El Cister es un periodo de transición entre el Románico y el Gótico, con lo cual, observamos inflencias de ambos estilos; aunque, sin duda es preculsor del Gótico.
Se fueron simplificando los pilares cada vez más, incluso los capiteles se fueron realizando cada vez más esquemáticos, con el fin de buscar la sencillez.
Se utilizó un nuevo elemento: cul-de- lampe, estructura que aligera todo el conjunto y aleja la concepción de robusted del románico. Las ventanas se convirtieron en simples vanos de entrada de luz. todo esto, en detrimento del románico y adelantando la luz del gótico.

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