martes, 22 de enero de 2013

Pantocrator y Juicio Final en el Románico

El Románico fue un estilo conocido como el Primer Estilo Internacional en Europa, ya que nace simultaneamente en diferentes paises europeos con características muy parecidas. Cronologicamente hablamos de los siglos XI, XII y XIII (sobre todo en el área rural).
Su difusión en gran medida, se debe a los focos de peregrinación como Santiago de compostela o Roma. Éstos propiciaron cuadrillas de maestros canteros que se trasladaban de un lugar a otro para trabajar en las muchísimas iglesias o monasterios, que estaban aflorando en este momento.
No cabe duda, que el fuerte sentimiento religioso que caracteriza a esta época fue decisivo. Durante el año 1000, se había vivido con angustia la profecia del fin del mundo y se había vivido con temor el inelucible "Juicio Final". Tema que posteriormente fue representado iconograficamente durante todo el Románico.
Estas escenas del Juicio Final y del Pantocrator o Cristo Juez, el fiel las podía ver en los ábsides de las iglesias a través de pintura mural o en los tímpanos de las  portadas de las iglesias, mediante labor escultórica y de relieve.
En la parte central se sitúa el Pantocrator, juez supremo del mundo, sentado en majestad y rodeado de la mandorla mística. El rostro se presenta serio y lejano al espectador, con los ojos almendrados y fuertemente contorneados en la pintura. Con la mano derecha bendice y tiene habitualmente dos dedos levantados; con la otra, sostiene el Libro Sagrado, las Sagradas Escrituras, que bien están cerradas,  o con el Libro abierto. Las rodillas se redondean y aparecen abultadas; y las piernas aparecen representadas más grandes en relación a su cuerpo.
Esta imagen del Cristo Juez puede aparecer acompañada del Tetramorfos, es decir los cuatro Evangelistas (San Marcos, San Juan, San Mateo y San Lucas) con sus símbolos iconográficos ( león, águila, el ángel o la persona y el toro); o tambíen puede aparecer un friso con las escenas de los Bienaventurados iendo al Cielo  y los Condenados al Infierno.  Éstos se escenifican en un ambiente de horror, con la representación de los demonios con formas espeluznantes, con alusiones a las tentaciones, la carnalidad,...; éste tema lacanzó una liberación creativa muy fantástica, donde el artista se explayó sin límites en esos seres fantásticos que estaban en su imaginación, otorgandoles un lenguaje de vibrante expresividad.


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